jueves, 27 de febrero de 2014

Programa Copernicus, la mayor iniciativa espacial de seguridad y vigilancia de todos los tiempos

Proyecto conjunto de la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA), sus satélites equipados con avanzada tecnología óptica y radar están llamados a convertirse en un inmenso ojo espacial "que todo lo ve".
La ciudad escocesa de Edimburgo ha sido el escenario elegido por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Unión Europea para escenificar el arranque definitivo de Copernicus, una multimillonaria iniciativa que, entre los años 2014 y 2020, se va a convertir en el inmenso ojo espacial "que todo lo ve".
Así lo ha ratificado Jean-Jacques Dordain, director general de la ESA, al afirmar ante los 1.800 científicos e ingenieros que asisten al congreso internacional "Living Planet" que Copernicus es "el programa "bandera" de la ESA en el campo de observación de la Tierra".
El primer satelite Copernicus se denomina Sentinel 1, 
y embarca tecnología avanzada radar / ESA
Los siete satélites que van a integrar la constelación Copernicus embarcan la más avanzada tecnología en el espectro radar, visible e infrarrojo, de tal modo que ni las nubes, la lluvia, la nieve o las tormentas impidan a los ojos electrónicos escudriñar cuanto ocurre sobre la superficie y los mares de la Tierra.
Con tal cantidad y calidad de sistema a bordo, los ingenios espaciales proporcionarán información fiable, continua y actualizada. Por ejemplo, servirán para mejorar la gestión y la reacción ante catástrofes naturales y emergencias de todo tipo. "Por ejemplo, permitirán efectuar intervenciones de rescate más rápidas y eficientes, que ayudarán a minimizar la pérdida de vidas y daños materiales", asegura Ramón Torres, máximo responsable del Sentinel 1, el primer satélite de la serie Copernicus, cuyo lanzamiento está previsto para la primavera de 2014.
Para dar una clara idea de la importancia del este nuevo programa, Torres afirma que "Copérnicus es a la observación de la Tierra, lo que el programa Meteosat es para la meteorología". "En los años 70 ningún científico daba un euro por los satélites meteorológico ?recalca el ingeniero español? pero hoy son miles millones de personas en todo el mundo las consultan las previsiones que ofrecen los satélites antes de tomar la decisión de viajar en automóvil un fin de semana, embarcarse en un crucero o disfrutar de una vacaciones. Algo semejante ocurrirá con los datos proporcionados por Copernicus".
Equipado con tecnología radar y, por tanto, capaz de obtener imágenes de calidad de día y noche y en cualquier situación meteorológica, el satélite bajo la responsabilidad de Torres (Sentinel 1) enviará datos de extrema utilidad para el control de actividades ilegales llevadas a cabo el alta mar, la navegación en aguas plagadas de icebergs o los movimientos milimétricos previos que se producen en zonas proclives a terremotos.
A diferencia del Sentinel 1, su hermano Sentinel 2 
trabajará en los espectros visible e infrarrojo / ESA
Seguridad y vigilancia en su sentido más global
Pero Copernicus es todavía más ambicioso. También aspira a proporcionar información detallada para el seguimiento y predicción del cambio climático, mejorar la gestión de los recursos naturales, hacer un seguimiento de la evolución de la calidad de la atmósfera y los océanos, supervisar el flujo de migraciones ilegales, todo lo cual se recoge en la nueva Estrategia Nacional de Seguridad española de mayo de 2013.
Para construir, poner en órbita y operar los cinco primeros satélites, la Unión Europea va a aportar un presupuesto global de 3.786 millones de euros durante el periodo 2014-2020, lo que supone una inversión del orden de los 540 millones anuales. A las cifras anteriores cabe añadir una cantidad algo inferior por parte de la ESA, todo lo cual supone un presupuesto conjunto que supera los 5.000 millones de euros.
Según explica Philippe Brunet, responsable de la industria espacial, naval, seguridad y defensa de la Unión Europea, tal exorbitada cifra va a ser un autentico "motor de crecimiento económico y empleo en Europea".
Según los estudios de Bruselas, las aplicaciones derivadas de la existencia de Copernicus permitirán crear entre 50.000 y 85.000 nuevos puestos de trabajo y decenas de miles de millones de euros de negocio en el período 2015-2030. España forma parte del proyecto, y empresas como EADS CASA Espacio, GMV, Elecnor Deimos y SENER aportan su tecnología a la construcción de los satélites y trabajan a fondo en diferentes propuestas de aplicaciones.
Las autoridades europeas insisten en que los siete ingenios Copernicus no pretenden echar a pique los satélites que están en órbita y ya proporcionan datos e imágenes de la Tierra. Ese es el caso del satélite Deimos 1, de la compañía española Elecnor Deimos, que proporciona datos de interés para Naciones Unidas y el departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Por el contrario, desde Bruselas se asegura que Copernicus servirá para complementar las necesidades de los usuarios y garantizar la autonomía de Europa a largo plazo. Y debe ser así, porque Elecnor Deimos sigue ultimando la puesta a punto de su satélite de observación Deimos 2, de mayor calidad de resolución que su hermano menor.

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